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'Hooligans', protagonistas en partido del Atlante (Video)

No cabe duda: para el fútbol no existen fronteras. El pasado fin de semana, mientras se jugaba el partido entre el Atlante y Lobos BUAP en el estadio Andrés Quintana Roo un grupo de al menos 30 turistas ingleses ocupo una parte de las gradas del inmueble durante el cotejo.

Los turistas resultaron ser aficionados del West Ham United, equipo del oeste de Londres. (Foto Internet)
El contingente estaba compuesto por aficionados del West Ham United. La afición cancunense inmediatamente temió lo peor: los visitantes podrían resultar ser hooligans. Curiosos se acercaron al grupo de extranjeros quienes comenzaban a entonar los tradicionales cánticos del equipo del oeste de Londres, Inglaterra.


Los hooligans son aficionados que se caracterizan por tener una actitud destructiva; además frecuentemente retan a los seguidores opositores con suma violencia. Pese a que este fenómeno surgió en Inglaterra, hoy en día aficionados de otros países aseguran ser parte de este movimiento. 

Uno de los fanáticos británicos confesó que el contigente se encontraba de vacaciones en el Caribe mexicano y no pensaron dos veces para presenciar un partido oficial del fútbol mexicano. Aunque se trataba de un cotejo del Ascenso MX (Segunda División) los visitantes disfrutaron del evento dado el extremo parecido de los colores del Atlante con los del equipo de sus amores: el West Ham United.

Incluso, uno de los extranjeros optó por adquirir el jersey azulgrana de los de Cancún y ya vestido con este danzó junto a sus alegres compañeros.

Un sector de la afición cancunense se mostró temorosa e incluso xenófoba dada la presencia del contingente. Pues se encontraban con la zozobra de que alguno de los británicos se saliera de control. Dicha incertidumbre llegó alcanzó a una parte del staff de seguridad, quienes intentaban contener los brincos y exaltación de los turistas.

Al final, el partido terminó con marcador de empate a dos y los aficionados agradecieron al Atlante por tremenda exhibición. No hubo desgracias que lamentar.

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